
Señores, Señores. Grita el viento a todos aquellos que ven pasar el Tiempo, se acerca la voz del monte de la mano de Juan Saavedra; preparen los bombos y las sachas, que comienzen a retumbar, que seguro una mudanza nos va a regalar. Como brisa de enero, se acerca Sandra sin parar de girar. Señores, Señores, dejen bailar a Juan y Sandra, Dejen al Monte Hablar y Danzar...
